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martes, 26 de julio de 2016

Guadarrama durante la Guerra de la Independencia


Nicolas Antoine Taunay: L'Armee francaise traverse les defiles de la Sierra Guadarrama (Museo de Versalles)
El 17 de mayo de 2008 pronuncié una conferencia en Guadarrama como el título que encabeza esta entrada. Ese día conmemoramos el bicentenario de la Guerra de la Independencia y el Ayuntamiento me pidió que hablara sobre el particular. 
Poco se sabía más allá de la existencia de un cuadro que se conserva en el Ayuntamiento (actualmente, tras ser restaurado, se exhibe en La Torre), un encargo de la década de los cincuenta del pasado siglo a don Mariano Izquierdo Vivas, quien fuera director de la Escuela de Bellas Artes de Madrid, que se ofreció a pintar el óleo, abajo reproducido, que título Retirada de las tropas francesas por el término municipal de Guadarrama 1808. Versión del cuadro de Taunay existente en el Museo de Versalles. Algo que hacía sostener a los vecinos de Guadarrama que Napoléon había pasado por aquí durante su retirada.
Mariano Izquierdo Vivas, Retirada de las tropas francesas por el término municipal de Guadarrama 1808... 

La verdad es que algo había de cierto: Napoleón pasó por Guadarrama el 23 de diciembre de 1808. Pero no lo hizo en retirada, todo lo contrario, iba decidido a conjurar la amenaza que suponía el desmbarco en Lisboa de una fuerza expedicionaria inglesa, comandada por el general John Moore, a quien obligó a reembarcarse por La Coruña, donde perdió la vida tras una cruenta batalla.

En mi trabajo hago un análisis de la situación general vivida en España a raíz del levantamiento del 2 de mayo en la Puerta del Sol, como marco referenciador del proceso de sublevación generalizado que dio comienzo en toda España, para centrarlo a continuación en la Guadarrama de aquella época. Una población que había experimentado una etapa de inversión pública desde que los ilustrados del gobierno de Fernando VI (1746-1759), dirigidos por el Marqués de la Ensenada, pusieron manos a la obra para sacar a España de su atraso secular. Fruto de su empeño fue la apertura de un nuevo camino para comunicar las dos mesetas que mejorase el tradicional de herradura por el que caminara en su día Juan Ruiz, Arcipreste de Hita. Hoy es la carretera que va de Guadarrama a San Rafael, y que fue obra del ingeniero don Francisco Nangle en 1749, y la construcción de un pósito para almancenar el trigo (actual templo parroquial de San Miguel) y un molino para su molienda, todo ello con el fin de abastecer de harina panificable a la Corte.
 
 Francisco Nangle, Mapa del puerto de Guadarrama y sus contornos (detalle), descargado de
 Mi investigación ha servido para conocer muchas cosas que desconocíamos hasta entonces:

1) Guadarrama quedó asolada cuando en la primavera de 1808 los ejércitos franceses convergían sobre Madrid; por aquí pasó el general francés Dupont al frente de su II Cuerpo de Observación de la Gironda, el mismo militar al que meses después derrotaría el general Castaños en Bailén (19 de julio de 1808)
2) En diciembre pasó Napoleón por Guadarrama pero la villa estaba abandonada.
3) El actual Centro Cultural La Torre, antigua iglesia parroquial de San Miguel, fue elegida como cuartel por las tropas francesas que se acantonaron en la misma. Se trataba de una compañía, con una dotación de 150 hombres, dependientes de un regimiento cuya sede estaba en San Lorenzo de El Escorial y tenía diversas unidades desplegadas por las localidades próximas.
4) El objetivo de la fuerza era controlar las comunicaciones. Guadarrama es un enclave natural privilegiado para controlar el territorio y los caminos que van hacia el NO y hacia el Norte. Una posición que es la razón de ser de la localidad, ver mi trabajo Reflexiones sobre el antiguo pasado de Guadarrama, cuya entrada se puede leer en este mismo blog.
5) Además de la unidad militar hubo un cuartel con una dotación de seis gendarmes encargados de la lucha contra la insurgencia y la protección a los correos. 
6) La actividad de la guerrilla empeñada en alterar las comunicaciones de los franceses, haciendo objeto de sus ataques a los correos.
7) Que una vez que las tropas abandonaron Guadarrama, la iglesia quedó en mal estado impidiendo el culto en condiciones normales, lo que obligó a una reparación de los desperfectos, unas obras que se demoraron en demasía llevándose a cabo entre febrero y junio de 1825, con un costo de 43.460 reales. 

El trabajo se publicó dentro de una obra colectiva hoy agotada, con el título de  Guadarrama 1808-2008. Reflexiones sobre la historia de un pueblo, editado por el Ayuntamiento de Guadarrama, Guadarrama, 2008, 198 páginas.
 
Dado que hay muchas personas que me han pedido una copia de mi trabajo, lo dejo para que todo el que lo desee pueda descargárselo.
https://drive.google.com/file/d/0B1vyjMEbRwZLUlRZWC1BOXZnWjA/view 



 



 

martes, 19 de julio de 2016

Reflexiones sobre el antiguo pasado de Guadarrama


La villa de Guadarrama está coronada por un cerro granítico de 977 m de altitud, conocido como La Torre, nombre prestado por la torre-campanario de la que fuera su iglesia parroquial. Desde esta atalaya se controla todo el curso alto del río de igual nombre en una amplia extensión de terreno que se abre en abanico en dirección E-O, al que pone límite visual los picos del sector central de la Sierra del Guadarrama que, con una altitud media que oscila entre los 1.900 y 2.200 metros, condicionan la amplitud del territorio.




La primera de las reflexiones que el intelecto razona desde esta altura es el control que se tiene sobre el vado del río, curso fluvial que discurre a los pies del mismo a 300 m de distancia y 956 m de altitud, lo que produce un desnivel medio del 7%, aunque desigual según qué sitios, pues es más tendido en las proximidades del río que en la zona más elevada. La asimetría del cerro hace que la subida por su lado occidental sea menos pronunciada, más accesible, aunque esto no signifique sin esfuerzo. El resto de los puntos son francamente encrespados, en particular por sus lados oriental y septentrional; concretamente este último que fue labrado violentamente por el Guadarrama durante las etapas interglaciares de los dos últimos millones de años, cuando los ríos actuaban como solventes cintas transportadoras de la cimera rocosa de las montañas que, por aquel entonces, doblaba en altura a la actual debido a la acumulación de hielo durante las fases de glaciación.

Los interesados en conocer más sobre este trabajo pueden consultarlo íntegro en la siguiente dirección:

https://drive.google.com/open?id=0B1vyjMEbRwZLa3NaV0d3MVB6QjQ


jueves, 27 de diciembre de 2007

La vida cotidiana en Guadarrama en el siglo XVIII

El día 19 de junio de 2006, por invitación de la Concejalía de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Guadarrama, pronuncié una conferencia que llevó por título el encabezamiento de este escrito. El análisis de las fuentes consultadas me permitieron afirmar que los habitantes de Guadarrama vivían, en gran medida, volcados a las oportunidades de negocio que brindaba su condición de paso obligado para quienes querían acceder al otro lado de la sierra, penetrando en tierras segovianas y, a través de ellas, en la Meseta Superior. Asímismo, me referí a la actividad agropecuaria donde destacaba, sobre todo, una decidida vocación ganadera, la tierra tampoco permitía, ni tampoco hoy permite, mucho más. Al hablar de la vida espiritural, referí que en el siglo XVIII el Concejo de la villa no tenía ningún voto ni obligación hacia el que, ahora, es el patrón del pueblo: San Miguel. Esta circunstancia produjo entre los presentes exclamaciones de sorpresa. Lo que viene a confirmar que la memoria colectiva hace ley cuando refiere tradiciones "de toda la vida". Es bien sabido que "toda la vida" llega a recoger, como mucho, la transmisión oral legada por nuestros abuelos. En sucesivas veces iré incorporando detalles de lo tratado.

lunes, 24 de diciembre de 2007

HISTORIA DE LA VILLA DE GUADARRAMA

Ayuntamiento de Guadarrama - Fachada (junio 2006)
OBJETIVO

Esta página nace con la intención de dar a conocer retazos de la historia de la Villa de Guadarrama (España). Rescatar el pasado de nuestras localidades es acrecentar el conocimiento general de nuestra historia. Una de las obligaciones que tenemos los historiadores es poner en conocimiento del público en general la sucesión de acontecimientos que llamamos Historia.

Ahora que todo camina tan deprisa, se impone un alto en el camino. Una reflexión sobre las vivencias de nuestros antepasados nos enriquecerá a todos.